Estados Unidos dio luz verde una norma de supervisión financiera por parte del gobierno federal que limita la capacidad de toma de riesgos por los principales bancos del país.
La llamada «Norma Volcker» «cambiará el comportamiento y las prácticas en nuestros mercados financieros para proteger a los contribuyentes de los riesgos creados» por las inversiones especulativas de los bancos, afirmó Jack Lew, secretario del Tesoro de EEUU.
Mediante esta nueva normativa, los grandes bancos de EEUU con más de 50.000 millones en activosconsolidados quedarán inhabilitados para realizar actividades especulativas de riesgo con los fondos de sus clientes, indicó la agencia EFE.
La norma fue aprobada por las cinco agencias de regulación financiera de EEUU: la Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de los Depósitos Bancarios (FDIC), la Comisión de Negociación de Futuros (CFTC), la Comisión del Mercado de Valores (SEC) y la Oficina del Auditor de Divisas (OCC).
Aunque la norma exige que sea cumplida para mediados de 2014, la Fed aprobó una extensión que permitirá que su entrada en vigor se retrase a julio de 2015.
La «Norma Volcker» es la parte más controvertida de la ley de reforma financiera de Wall Street «Dodd-Frank» de 2010, diseñada como consecuencia de la grave crisis financiera en 2008 y que provocó la mayor recesión económica en siete décadas.
«Nuestro sistema financiero y los ciudadanos estarán más seguros porque luchamos para incluir esta cláusula en la ley», subrayó el presidente Barack Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca tras conocerse la aprobación de la normativa.
Además, Obama instó «al Congreso a aportar a los reguladores los fondos necesarios para aplicar la norma de manera eficiente y eficaz, lo que permitirá proteger a las familias trabajadoras y a los empresarios de futuras crisis, y restaurar la certidumbre y confianza de todos en el dinámico sistema financiero de EEUU».
La redacción final del texto tardó más de dos años y medio, debido a las batallas en el seno del Congreso, especialmente por parte de los republicanos, y a las presiones del sector financiero, que se oponía a su aplicación.
Grandes bancos de inversión como Goldman Sachs o JPMorgan habían criticado frontalmente la nueva normativa, por considerar que tendría efectos negativos sobre la sofisticada industria financiera estadounidense.
No obstante, los esfuerzos del sector se vieron seriamente afectados el año pasado cuando se descubrió el caso de la «ballena de Londres», en el que la oficina de inversiones de JPMorgan en Londres registró pérdidas de más de 6.000 millones de dólares, precisamente en varias operaciones en el mercado de derivados.
El partido republicano también se opuso con vehemencia a la «Norma Volcker», bautizada así por el nombre del expresidente de la Reserva Federal Paul Volcker y asesor financiero del presidente Obama.
Fuente: Ambito.com