La oleaginosa llegó a u$s 555 por tonelada, el mayor nivel desde junio último. La cosecha local sigue frenada, hay poco envío a puertos por caminos anegados y se teme por pérdidas
Los futuros de la soja en Chicago tocaron ayer un nuevo máximo en los últimos 10 meses en medio de una jornada en la que se conoció el informe de demanda y oferta del Departamento de Agricultura estadounidense (Usda), que recortó la estimación de stocks norteamericanos de la oleaginosa y bajó en 1 millón de toneladas su previsión para la cosecha brasileña.
Aunque los analistas, operadores y fondos especulativos aguardaba que el Usda bajara sus previsiones de ajustada oferta norteamericana, que quedó en niveles mínimos en 7 años, la confirmación oficial tuvo efecto en las operaciones, y los futuros a mayo tocaron u$s 555 la tonelada, el mayor nivel desde el 6 de junio del año pasado. Finalmente, ese entusiasmo se fue disipando, y la soja terminó la jornada a u$s 549 la tonelada, 0,9% por encima del cierre previo.
Como la soja, el maíz también tuvo recortes en la relación oferta/demanda en Estados Unidos, por lo que el cereal llegó a cotizar a u$s 204 por tonelada, un máximo desde el 12 de julio de 2013. Sin embargo, el alza se recortó al final de la rueda en Chicago, y la posición mayo cerró a u$s 197 por tonelada.
El dato saliente del informe del Usda es que las exportaciones norteamericanas se ubican en 43 millones de toneladas, un máximo histórico, y que este año importarían el doble que el año pasado, 2 millones de toneladas. Eso marca la escasez que hay en Estados Unidos y va a contramano de lo que se pensaba hace unos meses en cuanto a que la cosecha en América del sur iba a traer tranquilidad al mercado, opinó el analista Iván Barbero.
La expectativa ahora está puesta en qué revelará el informe de mayo del Usda, donde se esperan algunos datos de cómo será la próxima campaña agrícola (la cosecha gruesa se empieza a sembrar en las próximas semanas en el hemisferio norte).
Para el analista José Frogone, de la corredora de granos Cortina Beruatto, tanto la soja en Chicago como el maíz tocaron máximos de los últimos meses de operación, pero los cierres los encontraron por debajo de esos picos porque si bien el Usda confirmó un recorte, no fue tan diferente a lo que se esperaba.
Tocaron un objetivo, pero no pudieron mantenerse. Aunque los precios no están para nada mal, es todo muy técnico y los fondos tienen muchas posiciones compradas tanto en soja como en maíz. Hay que estar atentos a ver qué deciden hacer en los próximos días con esos contratos, planteó Frogone.
Delicada situación
Mientras los futuros en Chicago siguen probando techo, en el mercado local crece la preocupación sobre el estado de los cultivos tras la seguidilla de lluvias y tormentas que dejaron los suelos con exceso de agua en gran parte de la zona productiva.
El Usda mantuvo, en su informe mensual de ayer, su previsión de que la cosecha argentina dejará 54 millones de toneladas. No obstante, los efectos de las excesivas lluvias sobre la soja, que ya estaba en condiciones de cosechar, pueden tender a un recorte en la productividad.
Aunque la mayoría de los analistas no quiere arriesgarse a cuál será la magnitud del recorte, algunos sostienen que podrían llegar a perderse entre 1 millón y 2 millones de toneladas.
Con la cosecha paralizada, camiones anegados y muy pocos camiones llegando a puerto (se ubican en torno a 800 diarios cuando para esta época del año no bajan de los 4000), recién se lleva vendido el 20% de la cosecha, con precios en torno a u$s 315 por tonelada para la entrega inmediata.